A pocas horas de la movilización de jubilados frente al Congreso, el Gobierno utilizó el sistema de comunicación de las estaciones de trenes del AMBA para enviar un mensaje disuasivo. En pantallas y altavoces se proyectó la advertencia: «La policía va a reprimir todo atentado contra la República», según informó la Agencia Noticias Argentinas.
Mientras tanto, la Ciudad confirmó un fuerte operativo de seguridad con 900 efectivos y un perímetro vallado de 100 metros alrededor del Congreso. También se retiraron 350 contenedores de residuos para prevenir incidentes.
La protesta, impulsada por jubilados con el respaldo de sectores sindicales y políticos, exige un aumento en los haberes mínimos, que actualmente se encuentran en $280.000. Desde el oficialismo advierten sobre la posible presencia de infiltrados en la movilización, justificando el refuerzo en la seguridad.