La Legislatura de Tucumán aprobó el traspaso de las competencias de Ciencia y Tecnología desde el Poder Ejecutivo al Instituto de Desarrollo Productivo (IDEP), un ente de gestión público-privada.
La iniciativa, impulsada por la legisladora Carolina Vargas Aignasse, busca fortalecer la articulación entre el sector científico y el productivo.
«Es un gran paso para el desarrollo tecnológico de la provincia, permitiendo que la investigación llegue al sector privado», destacó Vargas Aignasse.
La medida busca aprovechar el talento de los centros de innovación y universidades locales para potenciar el crecimiento productivo de Tucumán.