En el marco de la tercera etapa del programa económico, el Gobierno nacional se prepara para lanzar un conjunto de medidas audaces con un objetivo clave: que los argentinos comiencen a usar sus dólares «del colchón» en la vida diaria, no solo para grandes compras como inmuebles o vehículos.
1. Monetización de la economía: pesos o dólares
El ministro de Economía, Luis Caputo, adelantó que en las próximas semanas anunciará una medida «sorprendente» destinada a acelerar la remonetización de la economía, ya sea en pesos o dólares. Según el funcionario, tras controlar la inflación y eliminar la emisión monetaria, el siguiente paso es aumentar la circulación de dinero para favorecer el crecimiento económico.
“Queremos remonetizar la economía en dólares. Cada vez van a circular más dólares”, aseguró Caputo.
2. Incentivos impositivos y tecnológicos
El Gobierno trabaja en incentivos que superan al blanqueo de capitales, buscando captar parte de los más de US$ 250.000 millones que se estima están en negro dentro del sistema económico argentino.
Entre las medidas en estudio:
- Reducción del impuesto al cheque para operaciones en dólares.
- Pagos en dólares mediante QR y tarjetas de débito, con el celular, de forma simple y legal.
- Reformas en la liquidación de divisas, permitiendo operaciones entre privados sin pasar por el BCRA.
- Fomento al uso cotidiano del dólar, como pagar en un restaurante o hacer compras comunes, lo cual hoy no está habilitado.
Estas herramientas estarían siendo desarrolladas con apoyo de ARCA, el organismo encargado de reformas tributarias.
3. Dolarización endógena y competencia de monedas
La propuesta apunta a profundizar la “competencia de monedas”, un esquema donde tanto el peso como el dólar circulen libremente, y sean los ciudadanos quienes elijan con qué operar.
Se apunta a una dolarización endógena, es decir, que no requiere una ley formal de dolarización, sino que surja del comportamiento de empresas y consumidores.
4. Escenario de presión cambiaria y falta de reservas
A pesar del discurso optimista, el Gobierno enfrenta tensiones en el frente externo. El dólar resiste a bajar de los $1.000, y crecen las dudas en el mercado sobre la acumulación de reservas, más aún si el Banco Central deja de comprarlas de forma activa.
El economista Orlando Ferreres advirtió que «con esta baja del dólar es difícil obtener aumento de reservas».
Las últimas decisiones —como el levantamiento parcial del cepo, la eliminación de retenciones industriales y los pedidos al agro para liquidar divisas— se enmarcan en una búsqueda urgente de dólares genuinos para sostener la estabilidad macroeconómica.