La serie argentina El Eternauta, basada en el célebre cómic homónimo de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, se ha convertido en un fenómeno en Netflix. Su éxito despertó el interés no solo por la trama distópica, sino también por el profundo significado detrás del título.
¿Qué significa “El Eternauta”?
La palabra es una creación cargada de simbolismo. Se compone de éter (lo eterno, lo intangible) y nauta (del griego nautēs, navegante). Así, “El Eternauta” puede interpretarse como “el navegante de la eternidad” o “el viajero eterno”, alguien que atraviesa tiempos, espacios y circunstancias extremas. Esta noción encapsula tanto el carácter de ciencia ficción de la historia como su poderosa carga política y filosófica.
La obra, escrita en los años 50, refleja las tensiones sociales y políticas de la Argentina. El protagonista, Juan Salvo, no es un héroe individualista: lucha por sobrevivir en un mundo devastado junto a otros, en comunidad. La resistencia, en El Eternauta, se da en grupo, y ahí radica uno de los mensajes centrales de la obra.
«Nadie se salva solo»: la frase que atraviesa la historia
Ese espíritu colectivo queda condensado en el lema más conocido del cómic y la serie: “Nadie se salva solo”. Ricardo Darín, quien interpreta a Juan Salvo en la nueva adaptación, reflexionó recientemente sobre esa consigna:
> “Es una metáfora romántica que apunta directo al corazón. Todos decimos que queremos ser solidarios y empáticos, pero en la vida cotidiana —sobre todo en las grandes ciudades— esa solidaridad se vuelve difícil. Vivimos apurados, mirando el suelo o el celular, y eso nos aleja de los demás”.
Más que ciencia ficción: memoria, política y humanidad
El Eternauta no es solo una historia de alienígenas, nieve mortal y supervivencia: es también un grito por la memoria, una crítica a la opresión y una invitación a repensar el lugar del otro en nuestras vidas. Por eso su título no es casual. El Eternauta es, en definitiva, el símbolo de quienes resisten, recuerdan y luchan —juntos— contra las fuerzas que pretenden doblegarlos.