Un dato alarmante encendió las alertas en el sistema educativo argentino: solo el 45% de los estudiantes de tercer grado alcanza el nivel esperado de comprensión lectora. Así lo revelan los resultados de las pruebas Aprender 2024, realizadas a más de 91.000 alumnos al finalizar el primer ciclo de la escuela primaria. Los datos no solo reflejan una crisis de alfabetización temprana, sino también profundas desigualdades sociales y estructurales.
La evaluación, impulsada por la administración de Javier Milei, arrojó que uno de cada 10 niños no sabe leer. El 8.3% de los estudiantes se encuentra en el nivel más bajo de desempeño, mientras que un 3.3% ni siquiera logra comprender enunciados simples, necesitando apoyo visual para leer palabras sueltas.
Las pruebas clasifican a los estudiantes en cinco niveles según sus habilidades lectoras:
- Nivel 5 (18.7%): Comprensión superior e inferencia compleja.
- Nivel 4 (26.4%): Lectura reflexiva e inferencial de textos complejos.
- Nivel 3 (24.5%): Comprensión literal de textos complejos.
- Nivel 2 (18.8%): Comprensión básica de textos simples.
- Nivel 1 (8.3%): Iniciación a la lectura.
- Lectores incipientes (3.3%): Responden menos del 50% y necesitan apoyo visual.
Brechas que profundizan la crisis
Los resultados también revelan fuertes desigualdades:
- Escuelas públicas vs. privadas: Solo el 39% de los alumnos del sector estatal alcanza el nivel esperado, frente al 62.4% del sector privado.
- Condición socioeconómica: El 44% de los estudiantes de hogares pobres está rezagado en lectura, mientras que solo el 12.6% de los estudiantes de familias acomodadas se encuentra en esa situación.
Un diagnóstico sin precedentes
María Cortelezzi, subsecretaria de Información y Evaluación Educativa, explicó que se trata de una evaluación específica sobre alfabetización, con textos de diferente complejidad y enunciados acompañados por imágenes. Los resultados no son comparables con las ediciones anteriores de Aprender, como la de 2016, por el cambio metodológico, pero servirán como línea de base para el nuevo Plan Nacional de Alfabetización que impulsa el gobierno.
Libros que llegan tarde
A pesar de la gravedad de los datos y la declaración de la alfabetización como prioridad, el año pasado se canceló la compra nacional de libros escolares. La orden de adquisición recién fue aprobada ahora, y se espera que los materiales lleguen a las escuelas en mayo.
Curiosamente, el “ambiente alfabetizador” está más presente en escuelas estatales que en privadas: el 76.2% de las públicas tiene bibliotecas en el aula frente al 65.7% de las privadas. También se destaca un mayor uso de libros en clase y el préstamo domiciliario en las escuelas estatales, posiblemente por la menor disponibilidad de libros en los hogares.
Un desafío monumental
El panorama que trazan las pruebas Aprender 2024 es claro: Argentina necesita fortalecer con urgencia las políticas de alfabetización, enfocándose en los sectores más vulnerables y promoviendo el hábito lector desde los primeros años. El desafío es enorme, pero ineludible, si se quiere construir un sistema educativo más justo y equitativo.