En la sociedad actual, el estrés, la ansiedad y la depresión se han convertido en desafíos cada vez más frecuentes para la salud mental. Psicólogos y profesionales de la salud advierten sobre el alarmante aumento de estos trastornos, lo que resalta la necesidad de comprenderlos y abordarlos correctamente.
La psicoterapeuta Marcella Fattore, en una reciente participación en Telemundo, destacó un cambio positivo en la percepción social sobre las enfermedades mentales: hoy existe mayor apertura para hablar de ellas. Sin embargo, también advirtió que este avance implica nuevos retos en cuanto a diagnóstico, tratamiento y contención.
¿Qué es la depresión?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 5% de la población adulta sufre de depresión, con una mayor incidencia en mujeres. Se trata de un trastorno que va más allá de la tristeza momentánea: puede implicar pérdida de interés en actividades cotidianas, cambios en el apetito o el sueño, fatiga constante y pensamientos negativos persistentes.
Fattore remarcó que no se trata de una cuestión de actitud ni depende del nivel socioeconómico: es una afección compleja que impacta la vida diaria de quienes la padecen.
Cómo distinguir entre estrés, ansiedad y depresión
Aunque pueden compartir síntomas similares, como irritabilidad, problemas de concentración o alteraciones del sueño, existen diferencias clave:
Estrés: suele ser una respuesta puntual ante situaciones exigentes o amenazantes.
Ansiedad: es una preocupación constante y desproporcionada, que puede interferir en las actividades diarias.
Depresión: afecta el estado de ánimo en forma sostenida, disminuyendo la capacidad de disfrutar, motivarse o realizar tareas básicas.
Comprender estas diferencias permite brindar un acompañamiento más preciso, ya sea con herramientas de manejo cotidiano, terapia psicológica o tratamiento psiquiátrico.
Promoción de la salud mental
La prevención juega un rol clave. Establecer rutinas saludables, practicar el autocuidado, fomentar redes de contención social y buscar ayuda profesional son pilares fundamentales para proteger el bienestar emocional.
Finalmente, los especialistas coinciden en que la empatía es esencial: escuchar sin juzgar, validar emociones y alentar a pedir ayuda profesional puede marcar una gran diferencia en la vida de una persona que atraviesa un trastorno mental.