En provincias como Mendoza y Córdoba, tomar mate mientras se conduce puede derivar en multas significativas, a pesar de que la Ley Nacional de Tránsito N° 24.449 no prohíbe expresamente esta práctica.
El fundamento legal se basa en que beber mate al volante implica sacar las manos del volante y desviar la atención, lo que puede poner en riesgo la seguridad vial. En Córdoba, esta conducta puede sancionarse con multas de hasta $24.000 (20 unidades fijas de $1200). En Mendoza, la sanción asciende a $420.000 (1000 unidades fijas de $420), de acuerdo al Decreto 326/18 de la Ley 9024, que exige a los conductores mantener el “dominio efectivo del vehículo”.
Un estudio en seguridad vial destaca que a 100 km/h se recorren 28 metros por segundo, por lo que 4 segundos cebando un mate equivaldrían a manejar una cuadra con los ojos vendados. Además, se señalan riesgos físicos como el derrame de agua caliente o el uso de la bombilla como objeto punzante en un accidente.
Ambas provincias permiten que la infracción sea registrada por cámaras de seguridad, sin necesidad de que un agente detenga el vehículo.
Aunque no está prohibido a nivel nacional, se recomienda evitar tomar mate mientras se conduce. Lo ideal es que lo haga un acompañante o esperar a detenerse en un lugar seguro.