Un cardiólogo español explica por qué la caminata puede ser más efectiva que correr y cómo una rutina adecuada transforma la calidad de vida.
Para quienes no simpatizan con la idea de levantar pesas o subirse a una cinta, hay buenas noticias: caminar puede ser igual o incluso más beneficioso que correr, tanto para la salud física como mental. Así lo asegura el cardiólogo español Aurelio Rojas, quien en declaraciones a La Vanguardia defendió la caminata como un ejercicio completo, accesible y muy efectivo si se realiza correctamente.
“Caminar no es solo moverse; es una forma natural de ejercitación que puede cambiar la vida de una persona”, sostiene el especialista. En medio de una era marcada por el sedentarismo, Rojas advierte que el promedio de pasos diarios de un español ronda los 3.000 o 4.000, muy lejos de los 16.000 o 17.000 que daban nuestros antepasados nómadas.
El objetivo, según las recomendaciones actuales, es alcanzar al menos 10.000 pasos al día. Pero Rojas va más allá: propone una técnica más eficiente, ideal para quemar grasas y fortalecer el sistema cardiovascular sin necesidad de correr.
El método 3×3: caminata a intervalos
El cardiólogo recomienda alternar tres minutos de caminata a alta intensidad con tres minutos a paso moderado, en ciclos de 30 a 40 minutos. Esta técnica de intervalos permite un mejor desgaste energético, favorece el sistema circulatorio y mantiene al cuerpo en un estado de activación constante.
> “La mayoría de las personas camina 30 o 40 minutos a paso lento. Eso está bien, pero no es suficiente si se quiere mejorar la salud de forma real y sostenida”, explica.
Cinco beneficios mentales de caminar
Más allá de lo físico, caminar también tiene efectos positivos en la salud mental. Rojas enumera cinco formas en que esta práctica mejora el bienestar emocional:
Aumenta los niveles de serotonina, clave para el estado de ánimo.Libera endorfinas, que actúan como analgésicos naturales.
Promueve la neuroplasticidad, ayudando a que el cerebro se adapte y aprenda.Oxigena el cerebro, mejorando la memoria y el autocontrol.
Reduce el estrés y aumenta la energía general.
En resumen, caminar no solo es una herramienta eficaz para combatir el sedentarismo, sino también un hábito clave para cuidar el equilibrio entre cuerpo y mente. Con ropa cómoda y un buen par de zapatillas, basta salir a la calle para empezar a transformar la salud.