Consultoras privadas estiman que el Índice de Precios al Consumidor se ubicó entre 1,8% y 2,1%. El INDEC difundirá el dato oficial este jueves.
La inflación de mayo habría marcado un nuevo piso y se consolidaría como la más baja en cinco años. Según las estimaciones de consultoras privadas y del propio Banco Central, el Índice de Precios al Consumidor (IPC) se habría ubicado entre el 1,8% y el 2,1%, manteniendo la tendencia a la desaceleración iniciada en marzo. El dato oficial será publicado por el INDEC el próximo jueves 12 de junio.
El último registro oficial había sido del 2,8% en abril, y todo indica que la inflación mensual volvió a moderarse, con una fuerte caída respecto al 3,7% de marzo. En este contexto, mayo podría cerrar como el mes con menor inflación desde julio de 2020 (1,9%), e incluso desde noviembre de 2017 si se excluyen los años de pandemia.
El Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), que elabora el Banco Central en base a pronósticos de economistas, proyectó una suba del 2,1% para el mes pasado y estimó que la inflación interanual se ubicaría en 28,6% a fin de año.
Distintas consultoras coincidieron con esta previsión. Libertad y Progreso estimó un alza del 1,8%, Equilibra apuntó al 2% y EcoGo ubicó el índice en 1,9%. En lo que va del año, la inflación acumulada asciende al 13,6% y la interanual se ubica en torno al 44%, muy por debajo del 211% con el que cerró 2023.
Los rubros que más aumentaron en mayo fueron restaurantes y hoteles (3,5%), comunicación (3,1%) y vivienda, agua y electricidad (3,1%). En alimentos y bebidas, el incremento fue más moderado (2,5%), con bajas destacadas como la de frutas (-6%) y subas puntuales como aceites y grasas (+4,6%) y carnes (+2,3%).
Según la consultora C&T, en la región del Gran Buenos Aires el alza mensual fue del 1,8%, explicada en parte por la estabilidad cambiaria, la reducción de impuestos, promociones comerciales como el Hot Sale y condiciones climáticas más favorables.
Desde el oficialismo se atribuye la desaceleración a factores estructurales como la unificación cambiaria, el equilibrio fiscal y la recomposición del balance del Banco Central. Economistas señalan que, si se mantiene la actual disciplina económica, el proceso desinflacionario podría consolidarse en el segundo semestre.