En invierno, el uso intensivo de calefacción debido al frío y la humedad puede generar un incremento considerable en las facturas de electricidad. Ante este escenario, comenzaron a difundirse algunos consejos prácticos que permiten ahorrar energía sin necesidad de modificar los hábitos de consumo.
Uno de los métodos más comentados en redes sociales consiste en etiquetar correctamente las zonas eléctricas del hogar desde el tablero general. La propuesta, difundida por especialistas en electricidad, sugiere identificar con claridad cada circuito (iluminación, enchufes, cocina, etc.) para poder desconectar o apagar aquellas áreas que no se estén utilizando.
Un electricista que compartió su experiencia a través de la cuenta @todosobrereformas explicó cómo, mediante el uso de una impresora portátil con conexión Bluetooth, logra rotular cada interruptor (magnetotérmico) del cuadro eléctrico. De esta forma, se evita la sobrecarga, se facilita el mantenimiento y se promueve un uso más eficiente de la energía.
Otra recomendación: evitar el consumo fantasma
Además de este sistema, los especialistas recomiendan eliminar el llamado consumo fantasma, que corresponde a los aparatos eléctricos que permanecen enchufados y en reposo, aunque no estén en uso. Este tipo de consumo puede representar entre el 5 % y el 10 % del total de la factura.
Entre los dispositivos que generan este gasto se encuentran:
Cargadores enchufados sin uso
Microondas con reloj encendido
Televisores y equipos de audio en modo de espera
Computadoras y consolas en reposo
Desenchufar estos artefactos o utilizar regletas con interruptores puede ayudar a reducir significativamente el consumo energético.
Conclusión
Estas recomendaciones permiten un uso más racional y consciente de la electricidad, sin necesidad de grandes inversiones ni cambios drásticos en la rutina diaria. Pequeñas acciones pueden traducirse en un ahorro considerable y en una mayor eficiencia energética en el hogar.