La petrolera Aconcagua Energía, con operaciones en distintas provincias argentinas, anunció que iniciará un proceso de reestructuración de su deuda financiera tras no poder afrontar el pago de una Obligación Negociable (ON) recientemente vencida.
Según informó la compañía a la Comisión Nacional de Valores (CNV), la deuda acumulada al 31 de marzo asciende a unos USD 230 millones. “La compañía impulsará un proceso integral de reestructuración de su deuda financiera, ante las condiciones desafiantes del mercado de capitales, que han dificultado el acceso a fuentes de refinanciamiento en términos compatibles con la sostenibilidad del giro comercial”, expresó Aconcagua en una nota enviada al organismo regulador.
Petrolera Aconcagua Energía (PAESA) se dedica a la exploración y producción de hidrocarburos convencionales, con operaciones en las cuencas Neuquina y Cuyana, abarcando las provincias de Mendoza, Río Negro y Neuquén. La firma es dirigida por los exejecutivos de YPF Diego Trabucco y Javier Basso.
En los últimos años, la empresa había ampliado su presencia en Vaca Muerta, donde cuenta con dos activos estratégicos, y tenía previsto consolidar en 2025 un ambicioso plan de expansión centrado en el desarrollo de hidrocarburos no convencionales en Mendoza y Río Negro.
En mayo pasado, Aconcagua intentó obtener fondos frescos por hasta USD 250 millones mediante la emisión de nuevas Obligaciones Negociables, con el objetivo de financiar sus proyectos de crecimiento. Sin embargo, las condiciones adversas del mercado financiero impidieron concretar la operación en los términos esperados.
Ahora, con este escenario de estrés financiero, la petrolera buscará negociar con sus acreedores para evitar un eventual default más amplio y preservar la viabilidad de sus operaciones.