El diputado nacional cordobés Oscar Agost Carreño (Encuentro Federal) presentó un proyecto de ley que propone inhabilitar electoralmente a quienes utilicen inteligencia artificial (IA) para crear, difundir o financiar contenidos falsos con fines proselitistas, una práctica conocida como deepfakes políticos.
La iniciativa busca modificar el Código Nacional Electoral y establece que si un candidato es encontrado responsable de maniobras de manipulación digital, no solo quedará impedido de asumir el cargo, sino que la sanción se extenderá al resto de los integrantes de su lista.
Además, el proyecto prevé un procedimiento sumarísimo ante la Justicia electoral, con el objetivo de determinar responsabilidades de manera rápida durante la campaña.
“La inteligencia artificial puede ser una herramienta valiosa, pero también puede convertirse en un arma de manipulación masiva que altere la voluntad popular. No podemos permitir que las elecciones se definan por mentiras sintéticas viralizadas en redes”, señaló Agost Carreño.
Casos recientes de deepfakes políticos
El diputado mencionó como antecedente el caso de un video falso que simulaba un anuncio de Mauricio Macri, difundido durante la veda electoral porteña, que buscaba favorecer al candidato de La Libertad Avanza, Manuel Adorni, en perjuicio de Silvia Lospennato (PRO). La Justicia ordenó su retiro de las redes.
También citó un discurso manipulado con IA atribuido al gobernador Martín Llaryora y el uso de la voz del cantante La Mona Jiménez en jingles proselitistas generados con síntesis digital.
Según Agost Carreño, estas prácticas representan un atentado contra el sufragio informado y libre, ya que alteran la percepción de los votantes con contenidos falsos difíciles de detectar.
“La inhabilitación electoral refuerza la necesidad de un juego limpio democrático y desincentiva conductas de manipulación digital”, explicó.
El legislador sostuvo que esta propuesta es compatible con los principios constitucionales y que existen antecedentes en Estados Unidos, la Unión Europea y Brasil, donde ya comenzaron a regular el uso engañoso de inteligencia artificial en campañas políticas.
Finalmente, aclaró que la ley no busca limitar la libertad de expresión ni el uso legítimo de tecnologías, sino asegurar que los ciudadanos puedan votar informados y sin ser engañados por estrategias digitales sofisticadas.