Julio marca el inicio de una etapa renovada en el calendario del horóscopo chino. Según anticipa la astróloga Ludovica Squirru, este mes estará guiado por la energía creativa de la Cabra, el octavo animal del zodíaco oriental, conocida por su sensibilidad, generosidad y aprecio por la estética.
Durante este periodo, será fundamental sostener el deseo de equilibrio y la capacidad de introspección. Aunque todos los signos sentirán el influjo de la Cabra, cuatro en particular se verán especialmente favorecidos en cuestiones de amor, éxito personal y estabilidad económica.
Dragón
Julio trae movimiento y nuevas oportunidades para los Dragones. Se abrirán puertas que parecían cerradas, pero será importante mantener la coherencia entre los deseos y las posibilidades reales. La impulsividad puede complicar decisiones clave, por lo que actuar con prudencia será indispensable. Los niños Dragón se mostrarán especialmente curiosos y con ganas de aprender cosas nuevas.
Serpiente
Para quienes nacieron bajo el signo de la Serpiente, este mes representará un punto de inflexión. Las respuestas llegarán de manera sutil: a través de sueños, conversaciones inesperadas o espacios de silencio y meditación. Es un buen momento para reconectar con el mundo interior. Los niños Serpiente estarán más perceptivos y sensibles que nunca.
Caballo
Después de meses de intensidad, los Caballos podrán finalmente recuperar el equilibrio. La clave será aprender a soltar el control y priorizar el descanso. La energía se suaviza, permitiendo un respiro merecido. Para los niños Caballo, el invierno se perfila como un tiempo tranquilo, ideal para el juego y la serenidad.
Gallo
La sinceridad será el eje central para los Gallos en julio. Este mes traerá claridad emocional, necesaria para cerrar ciclos y sostener conversaciones pendientes. Es tiempo de abrirse a nuevas formas de vincularse, con más autenticidad y honestidad. Los niños Gallo estarán especialmente expresivos y transparentes: escucharlos con atención puede fortalecer los lazos familiares.
Julio invita a la revisión personal y a la oportunidad de transformar lo cotidiano en algo más pleno. Según Squirru, el desafío estará en mantener la sensibilidad sin perder de vista los propios propósitos.