La unidad del peronismo en Tucumán es una discusión que se reitera a lo largo de la historia, a veces de manera natural y otras por acuerdos circunstanciales. En los últimos diez años, ha sido casi una ilusión óptica.
Los dirigentes más cercanos al poder siempre supieron que la convivencia entre el jaldismo y el ex manzurismo era precaria. Tras la confrontación abierta en las elecciones de 2021, las diferencias pasaron a un plano más silencioso con la asunción de Osvaldo Jaldo. Sin embargo, el acercamiento institucional con la Casa Rosada y el calendario electoral reactivaron tensiones.
La aparición de la línea antimileísta, encabezada por Pablo Yedlin y Javier Noguera, no sorprendió en el PJ y generó un nuevo escenario. En la Casa de Gobierno, desde el inicio, consideraban que Juan Manzur tarde o temprano impulsaría competencia interna. Aunque Manzur es una figura central, no lidera de manera directa el nuevo armado.
La situación política evoluciona con rapidez y la configuración del peronismo se debate y redefine de forma constante.
El crecimiento de La Libertad Avanza (LLA) cambió las expectativas y encendió alarmas en el justicialismo. Encuestas recientes advierten que, si los peronistas no compiten unidos, corren el riesgo de que LLA se acerque demasiado e incluso los supere.
Un ejemplo de este cambio fue el acercamiento institucional entre la Provincia y la Municipalidad de Tafí Viejo, tras meses de disputas por fondos. La salida de Alejandra Rodríguez del Pacto Social, vinculada políticamente a Noguera, se había interpretado como un gesto de autonomía. La tensión derivó en reclamos financieros que casi se judicializan, pero recientes reuniones abrieron una puerta al diálogo.
Aunque algunos creen que esto puede derivar en un acuerdo electoral, la cuestión todavía depende de otros factores.
Tres claves del contexto que propician un eventual acuerdo:
- El calendario electoral: queda un mes para la presentación de frentes y 40 días para definir los candidatos a diputados nacionales. En otras oportunidades, el peronismo a esta altura ya tenía un panorama más claro. Este año se renuevan dos bancas que hoy responden a Jaldo.
- La situación económica: preocupa el ritmo de la actividad y la fragilidad social. Aunque se reconoce el control de la inflación, indicadores como la pobreza y el empleo generan incertidumbre. Tanto Jaldo como el ministro Daniel Abad admitieron que las proyecciones no son alentadoras.
- El avance de LLA: el espacio libertario mantiene un nivel de apoyo considerable y está organizado territorialmente. Lisandro Catalán es su referente local, y ya desplegaron actividades y estrategias en la provincia. Para el PJ, LLA es la principal oposición en la próxima elección.
Claves políticas que condicionan la unidad:
En este plano, hay dos miradas: una en la Casa de Gobierno y otra en el espacio disidente. Coinciden en que hasta ahora las conversaciones son exclusivamente institucionales. No se discutieron candidaturas ni lugares en la lista.
En Tafí Viejo se les ofreció volver al Pacto Social, que debe renovarse, pero en el municipio exigen claridad y equidad en la distribución de fondos.
En el jaldismo sostienen que se alcanzó un “alto al fuego” pero nada definitivo. La prioridad del gobernador es garantizar la paz social y evitar conflictos, como en Juan Bautista Alberdi, donde se decidió intervenir el municipio y convocar a elecciones para la misma fecha que los comicios nacionales.
Electoralmente, Jaldo insiste en que perder no es una opción. Entiende que los antimileístas pueden restar puntos decisivos frente a LLA. Por eso, aunque su “plan A” sigue siendo competir con una lista propia del frente “Tucumán Primero”, que por ahora sólo tiene confirmada a Gladys Medina, también evalúa encabezar personalmente la propuesta.
El “plan B” es una lista de unidad. Sin embargo, Jaldo preferiría liderar y ganar, consolidando su liderazgo con vistas a las elecciones provinciales.
Por su parte, el sector disidente reconoce que el diálogo por Tafí Viejo es positivo pero todavía no se proyecta a un acuerdo electoral. Miran con atención las definiciones de Buenos Aires sobre el nombre del frente nacional que planean replicar en Tucumán. Ese espacio incluiría al Frente Renovador, el Parte y el Partido de la Victoria, con el aval de Cristina Fernández y Sergio Massa. La presentación formal se prevé para el 26 de julio.
Respecto al vínculo con Jaldo, creen que se necesitarán más condiciones que el simple apremio del calendario. También advierten que el bloque Independencia, afín al gobernador, no acompañó iniciativas clave del peronismo nacional en Diputados, lo que complejiza cualquier acuerdo.
No hay dirigente peronista que no declare su deseo de unidad. Pero si habrá finalmente una única propuesta, hoy es una incógnita. Hay indicios de que es una posibilidad, aunque lejana. Los factores económicos y políticos seguirán influyendo hasta el último día permitido por la ley electoral.