El presidente Javier Milei decidió cancelar el tradicional desfile militar previsto para el próximo 9 de julio, en conmemoración del Día de la Independencia, con el argumento de reducir gastos públicos en el marco de su plan de ajuste. La suspensión sorprendió a las Fuerzas Armadas, que esperaban reeditar el despliegue realizado en 2024 sobre la Avenida Libertador.
Según trascendió, el Ministerio de Defensa había estimado en casi $1.000 millones el costo total del acto. El año pasado, el desfile demandó $720 millones y fue presentado como un gesto político de unidad entre Milei y la vicepresidenta Victoria Villarruel, una relación que hoy muestra tensiones crecientes. El jefe de Estado considera que incluso los gestos simbólicos deben someterse a la austeridad fiscal.
En paralelo, Milei profundizó sus críticas a la prensa y defendió las denuncias penales que presentó esta semana contra los periodistas Jorge Rial, Fabián Doman, Mauro Federico, Nicolás Lantos y Julia Mengolini, a quienes acusa de injurias, calumnias y falsa imputación. Desde sus redes sociales, reiteró que “los periodistas no son especiales” y que “les caben las generales de la ley como a cualquier ciudadano”.
La diputada opositora Mónica Macha presentó en la Cámara de Diputados proyectos para repudiar lo que calificó como violencia política y de género contra Mengolini, al tiempo que reclamó la excarcelación de Alesia Abaigar, militante detenida tras una protesta frente a la casa del diputado José Luis Espert.
La decisión de suspender el desfile y el endurecimiento del discurso presidencial contra la prensa cosecharon críticas de referentes opositores, exfuncionarios y veteranos de Malvinas, quienes recordaron que el propio Milei había reivindicado el acto del 9 de julio de 2024 como un símbolo de recuperación de tradiciones interrumpidas durante la gestión anterior.
