30 julio 2025
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El cambio climático amenaza con volver más destructivos a los temidos “nor’easters” en la costa este de EE.UU.

Un nuevo estudio advierte que las potentes tormentas conocidas como “nor’easters”, que golpean cada invierno la costa este de Estados Unidos con lluvias torrenciales, nieve y vientos huracanados, podrían volverse todavía más intensas debido al calentamiento global.

La investigación, publicada en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y difundida por CNN, analizó datos históricos de 900 tormentas ocurridas entre 1940 y 2025. Los resultados muestran que, aunque el número total de nor’easters podría disminuir —por la reducción del contraste térmico entre el Ártico y latitudes medias—, la intensidad de los eventos más fuertes aumentó de forma significativa.

El equipo liderado por Michael Mann, científico climático de la Universidad de Pensilvania, encontró que la velocidad máxima del viento de los nor’easters más potentes creció alrededor de un 6 % desde 1940. Este incremento, explicó Mann, representa un aumento del 20 % en el poder destructivo de las tormentas, al que se suma una mayor cantidad de precipitaciones: la lluvia y la nieve se intensificaron en promedio un 10 %.

Mann relató que su interés por estos fenómenos nació de manera personal en 2010, cuando quedó atrapado tres días en un hotel de Filadelfia durante el llamado “Snowmageddon”, que dejó más de 50 cm de nieve, causó 41 muertes y dejó sin electricidad a cientos de miles de personas.

El estudio subraya que el calentamiento de los océanos y la atmósfera alimenta más humedad y energía disponible para las tormentas. “Es física básica”, indicó Mann.

Los registros históricos muestran la magnitud de estos eventos extremos: la tormenta del “Miércoles de Ceniza” de 1962 arrasó la costa este con daños comparables a los de un gran huracán, mientras que la “Tormenta del Siglo” de 1993 dejó vientos de más de 160 km/h, cerca de 1,5 metros de nieve en algunas regiones y más de 200 víctimas fatales.

La científica Jennifer Francis, del Woodwell Climate Research Center, que no participó en la investigación, destacó que los hallazgos refuerzan la urgencia de fortalecer la preparación ante estos fenómenos: “Estos eventos pueden volverse menos frecuentes, pero más letales”.

Con el calentamiento global acelerando estos cambios, los expertos advierten que la costa este debe prepararse para un futuro con menos tormentas, pero potencialmente mucho más devastadoras.

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