¿Eliminar las harinas? ¿Decirle adiós a la papa? ¿Tomar agua con limón en ayunas? En un contexto saturado de recetas mágicas y dietas restrictivas, la nutricionista tucumana Mariela Córdoba —especialista en obesidad y cirugía bariátrica— propone una mirada distinta, más consciente y realista sobre la alimentación y el peso saludable.
Convencida de que “el adelgazamiento es consecuencia de un proceso de cambio constante”, Córdoba pone el foco en la construcción de hábitos sostenibles, evitando prohibiciones estrictas y priorizando la calidad de los alimentos por sobre el conteo de calorías. “No creo en las dietas milagro. Trabajamos en generar un ambiente seguro en el hogar, donde no haya exceso de tentaciones, y se enseñe a elegir y combinar bien los alimentos”, explica.
Desde su consultorio, responde a algunos de los interrogantes más frecuentes que suelen generar confusión:
¿Agua con limón en ayunas ayuda a adelgazar?
“No. No tiene ningún respaldo científico. Salvo por su aporte de vitamina C, no hay beneficios reales. Si sirviera para bajar de peso, todo el mundo estaría delgado”, afirma Córdoba.
¿Papa, batata y choclo engordan?
“No. Pueden consumirse sin problema, incluso a diario, si se controlan las porciones. Lo ideal es dejarlas enfriar al menos seis horas luego de cocidas, para convertir su almidón en resistente, lo que mejora la digestión y beneficia la microbiota. Además, se recomienda comerlas con cáscara”.
¿El alcohol ‘fija’ las grasas?
“Lo que sucede es que el cuerpo prioriza el alcohol como fuente de energía. Entonces, si se consume con alimentos altos en grasas, como papas fritas o comidas muy calóricas, y luego se duerme, es probable que esas grasas no se quemen y se acumulen”.
¿Qué alimentos influyen en el aumento de grasa abdominal?
“El alcohol, sobre todo la cerveza, y los hidratos simples combinados con grasa —como harinas refinadas con manteca o aceite— son los principales responsables. Lo ideal es elegir hidratos complejos como legumbres o arroz integral”.
¿Eliminar las harinas es la solución para adelgazar?
“No necesariamente. Las harinas nos proporcionan energía y placer. Se puede bajar de peso sin quitarlas del todo. Quitarlas radicalmente puede provocar un efecto rebote si se vuelven a incorporar sin control”.
El enfoque de la profesional tucumana apunta a una alimentación flexible, basada en la educación nutricional, el equilibrio y la conciencia. “Nada está prohibido, pero sí hay que saber cuánto, cómo y cuándo”, concluye.