El cambio climático dejó de ser una posibilidad lejana para convertirse en una evidencia innegable. Con una temperatura promedio global casi 2 grados más alta que hace un siglo, según datos de la NASA y otras instituciones científicas, el mundo enfrenta consecuencias ambientales crecientes que van mucho más allá del calentamiento global: contaminación del aire, el agua, los suelos y una sobreproducción de desechos que, en muchos casos, no tienen retorno.
En ese marco, la diseñadora industrial y exploradora de National Geographic, Agustina Besada, brindó una ponencia en el evento “Experiencia Innovación Sostenible”, organizado por LA GACETA. Allí presentó el trabajo de Unplastify, una iniciativa que busca combatir el uso indiscriminado del plástico no desde el castigo o la imposición, sino desde la educación, las políticas públicas y el rediseño de sistemas productivos.
“La basura es un invento humano. En la naturaleza no existe la basura; todo se regenera”, sostuvo Besada.
La oradora remarcó que cada persona consume en promedio 45 kilos de plástico por año, y que casi la mitad de ese plástico se utiliza en packaging, es decir, se desecha rápidamente tras su uso. La solución, insistió, no pasa por el reciclaje —que apenas recupera el 9% del plástico total— sino por evitar el uso innecesario desde el origen, reformulando materiales y hábitos de producción.
Microplásticos en nuestro organismo
Durante su exposición, Besada sorprendió al público con datos inquietantes: “Recorrimos algunos de los lugares más aislados del planeta y en todos encontramos rastros de plásticos, incluso en aguas aparentemente puras”.
Los microplásticos —fragmentos diminutos producto de la degradación del plástico— ya fueron detectados en la sangre humana, los pulmones, el cerebro y la placenta, generando preocupación sobre su impacto en la salud y el funcionamiento endocrino.
Una empresa que lo entendió desde el diseño
La especialista destacó el caso de Descartes Systems Group, una compañía logística que decidió abordar el problema ambiental desde la raíz: reducir el uso de papel, las emisiones de carbono y el consumo de combustible. En un año, lograron evitar más de 696.000 toneladas de CO2, eliminar el uso de más de 2.840 millones de hojas de papel, y reducir la necesidad de 1.086 millones de litros de combustible, equivalentes a 76.480 vueltas a la Tierra en camión.
Prevención, no solo reciclaje
Besada insistió en que el reciclaje, aunque importante, no es la solución de fondo. “¿Vamos a confiar en ese 9% para solucionar un problema global? No hay que dejar de reciclar, pero lo más inteligente es prevenir el uso innecesario de plásticos. Eso es lo que hacemos en Unplastify: aceleramos soluciones sistémicas para minimizar la huella plástica, desde el diseño del proceso productivo”, afirmó.
Con un mensaje contundente, el evento dejó en claro que la clave del cambio está en las decisiones individuales, colectivas y empresariales, y en la urgencia de actuar ahora.