Un estudio publicado en la revista Nature reveló nuevas evidencias de que la Luna posee un núcleo interno sólido, lo que redefine la comprensión sobre su estructura y evolución.
La investigación, liderada por Arthur Briaud del Institut de Physique du Globe de Paris (CNRS), confirma que el satélite natural comparte una característica clave con la Tierra: un núcleo metálico que habría guiado su desarrollo desde su formación.
Un hallazgo decisivo
Hasta ahora, la composición interna de la Luna era un tema en debate. Según el estudio, en sus orígenes el satélite tuvo un campo magnético incluso más fuerte que el terrestre, impulsado por la actividad de su núcleo. Con el paso del tiempo, este proceso se debilitó a medida que el interior lunar se enfriaba, lo que explica la falta de magnetismo actual.
La estructura del núcleo lunar
Los investigadores detallaron que el núcleo está compuesto por dos capas:
Una externa fluida, de 362 km de espesor.
Una interna sólida, de 258 km, con una densidad similar al hierro (7.822 kg/m³).
En conjunto, ambas capas representan cerca del 15% del radio de la Luna. Este hallazgo refuerza la idea de que el satélite es un cuerpo dinámico y aporta claves esenciales para comprender su historia y el papel que desempeña en la evolución del sistema solar.