Un estudio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA reveló que la Argentina perdió relevancia como destino de inversión extranjera directa (IED), incluso frente a países de la región, pese a los flujos “artificiales” generados por las restricciones cambiarias.
El trabajo, elaborado por el doctor Andrés López, investigador del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP), analizó variables como ventas, valor agregado, empleo, inversiones y activos de multinacionales en tres períodos: 1999-2000, 2009-2011 y 2020-2022. En todos los casos se observó una caída en el atractivo del país.
“El peso de la Argentina en la inversión extranjera directa global, así como en la actividad de las empresas multinacionales, es incluso menor al que el país tiene en el PBI y en la población global”, señaló el informe.
Balanza de pagos e impacto del “cepo”
Desde 2006, la balanza de pagos mostró fuertes oscilaciones en el flujo de inversiones, con picos en 2012 y 2023, y mínimos en 2009 y 2016. Según López, estas variaciones están estrechamente vinculadas a las restricciones cambiarias que, en distintos momentos, limitaron el acceso a divisas para remitir utilidades a las casas matrices o pagar importaciones de filiales locales.
El estudio destacó que la caída registrada en 2023, antes de la asunción de Javier Milei, fue “casi producto exclusivo de estas restricciones”.
Participación en retroceso
En los años noventa, la Argentina recibía el 1,71% de la inversión extranjera directa global. Esa participación cayó al 0,48% en la década siguiente, repuntó al 0,6% en 2010 y volvió a descender en el bienio posterior. Actualmente, la IED se mantiene por debajo de su peso relativo en la población mundial (0,56%) y en el PBI global medido en paridad de poder adquisitivo (0,7%).
El informe concluye que la pérdida de atractivo no responde a un fenómeno regional, ya que el retroceso se da tanto en la comparación con América del Sur como con América Latina y el Caribe.