En medio del escándalo por los audios que denuncian una presunta trama de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) y que salpican a su hermana Karina Milei, el presidente Javier Milei redujo drásticamente su actividad en redes sociales y apagó la habitual “batalla cultural” que lo caracteriza.
El giro se evidenció desde el viernes 22 de agosto, cuando estalló la polémica por las grabaciones que comprometen al exfuncionario Diego Spagnuolo. Ese día, según registros de su actividad, Milei estuvo conectado en X apenas 39 minutos, muy por debajo de las varias horas diarias que solía dedicar, y se limitó a 38 retuits sin publicar mensajes propios ni aludir a la crisis.
El sábado 23 mantuvo la baja exposición: publicó solo dos mensajes, uno celebrando la histórica victoria de Los Pumas ante los All Blacks y otro compartiendo una nota de un medio alemán que elogió su gestión económica, acompañado por su frase habitual: “Fenómeno barrial”.
La moderación en su discurso digital contrasta con el estilo confrontativo que cultivó desde antes de llegar a la Casa Rosada y sugiere un silencio táctico frente a uno de los momentos más críticos de su gobierno.
