Las medidas económicas adoptadas por el Gobierno de Javier Milei desde diciembre de 2023 impactaron con fuerza en los gastos que los hogares destinan a comunicaciones, transporte, gas, agua y electricidad. Estos aumentos, que no están reflejados en la canasta básica alimentaria ni en la canasta total, coinciden con recientes renuncias de funcionarios clave en el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
El director general del organismo, Marcos Lavagna, reconoció que se realizaron modificaciones en la ponderación de precios con datos de consumo de 2018 —en reemplazo de los de 2004 actualizados en 2016—, aunque solo puso como ejemplo la inclusión de servicios digitales como internet y telefonía móvil.
Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA), este cambio es relevante porque buena parte de la recuperación de ingresos familiares se trasladó a gastos fijos, reduciendo el consumo en alimentos, turismo y recreación.
De acuerdo con el Observatorio de Tarifas y Subsidios de la UBA y el Conicet, entre diciembre de 2023 y agosto de 2025 la canasta de servicios públicos en el AMBA aumentó 578%, frente a un alza general de precios del 158%. El gas fue el servicio con mayor incremento (1419%), seguido por transporte (810%), agua (367%) y electricidad (301%).
El gasto en servicios representa hoy el 12,6% de los ingresos de un hogar promedio, según el mismo informe. En el caso de los jubilados que perciben la mínima, la incidencia es aún mayor: destinan el 11,5% de su haber al pago de la factura de luz, porcentaje que casi triplica el 4,2% que se registraba en noviembre de 2023, según un estudio de la ONG Defensa de Usuarios y Consumidores (DEUCO).
Pese a la actualización metodológica pendiente, el INDEC continúa midiendo consumo y pobreza con datos de 2004. Lavagna explicó en una entrevista que la publicación de los nuevos resultados está frenada por motivos “electorales”.
En paralelo, la renuncia del director de Estadísticas de Condiciones de Vida, Guillermo Manzano, y de la directora del Índice de Precios de Consumo, Georgina Giglio —responsables de las áreas de pobreza e inflación— profundizó los interrogantes sobre eventuales diferencias internas dentro del organismo.
La confianza pública hacia los datos oficiales sigue siendo baja. Un sondeo de la consultora Zentrix reveló que el 67,4% de los argentinos cree que las cifras de inflación del INDEC no reflejan su costo de vida, frente a un 29,9% que sí confía en ellas.