Una amplia mayoría opositora, con el apoyo de radicales, ex libertarios y parte del PRO, logró imponer las leyes pese a la resistencia del oficialismo.
La Cámara de Diputados asestó este martes un fuerte revés al Gobierno de Javier Milei al rechazar los vetos presidenciales a las leyes de emergencia del Hospital Garrahan y de aumento del financiamiento para universidades públicas.
En el caso del Garrahan, la votación terminó con 181 votos afirmativos, 60 negativos y una abstención, mientras que la insistencia con la norma universitaria reunió 175 apoyos, 67 rechazos y dos abstenciones.
El oficialismo solo pudo sostener el acompañamiento de La Libertad Avanza, la mayoría del PRO y algunos diputados de la Liga del Interior, pero sufrió deserciones en sus propias filas y de aliados clave.
Fracturas en el PRO y libertarios díscolos
El bloque macrista exhibió profundas divisiones. En la votación del Garrahan, nueve diputados del PRO se pronunciaron contra el veto —entre ellos María Eugenia Vidal, Silvia Lospennato y Héctor Baldassi— mientras que Karina Bachey se abstuvo. En universidades, el bloque volvió a dividirse con posturas cruzadas y nuevas abstenciones.
También hubo fugas en los aliados libertarios: el correntino José Tournier y el tucumano Mariano Campero (Liga del Interior) se sumaron a la oposición en el caso del Garrahan. A su vez, los diputados del MID, Oscar Zago y Eduardo Falcone, y los cuatro de Coherencia, como Marcela Pagano y Carlos D’Alessandro, votaron contra el Gobierno.
La oposición unificada
La mayoría fue articulada por Unión por la Patria (96 votos), Encuentro Federal (14), Coalición Cívica (6), Democracia para Siempre (11) y la izquierda (4), a lo que se sumaron bloques provinciales como Innovación Federal (8), Producción y Trabajo (2) e Independencia, que responde al gobernador tucumano Osvaldo Jaldo.
En la UCR también hubo apoyo amplio: 13 de sus 14 diputados votaron contra el veto en universidades y 11 lo hicieron en el caso del Garrahan.
Impacto político
La derrota parlamentaria profundiza el aislamiento del oficialismo, que en menos de dos años de gestión ya acumula varios reveses legislativos en temas sensibles. En este caso, las dos leyes votadas con amplia mayoría reflejan un consenso opositor difícil de revertir y obligan al Ejecutivo a replantear su estrategia de alianzas en el Congreso.
