Un informe del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) analizó las condiciones necesarias para implementar en el país un sistema de “bimonetarismo ordenado”, que combine estabilidad cambiaria con confianza institucional. Según el documento, este modelo permitiría reducir los impactos de las fluctuaciones en la entrada y salida de divisas “sin recurrir a cepos ni restricciones financieras”.
El estudio, titulado “El momento bisagra del programa económico”, sostiene que una economía bimonetaria con tipo de cambio flexible “distribuye de modo menos disruptivo los ciclos de mayor demanda o menor oferta de moneda extranjera”. En ese sentido, plantea la importancia de crear instrumentos financieros que canalicen la dolarización hacia el crédito y la inversión local, evitando que los dólares “se vayan al colchón”.
El IERAL advierte que la Argentina aún está lejos de alcanzar un régimen bimonetario institucionalizado como el de Perú o Uruguay, pero considera que la actual coyuntura “puede ser una oportunidad para avanzar hacia ese objetivo”. Además, subraya que la caída en la demanda de pesos debe frenarse “con medidas genuinas y no con controles cambiarios”, y que la recuperación económica requiere equilibrio fiscal, reformas estructurales y un salto de calidad en la gestión pública.
El informe también menciona la necesidad de acuerdos políticos amplios —incluyendo gobernadores y sectores de la oposición— para garantizar gobernabilidad y previsibilidad macroeconómica. Asimismo, sugiere fortalecer las reservas del Banco Central con apoyo del FMI y del Tesoro de Estados Unidos, a fin de reducir el riesgo de crisis externa y de default.
Finalmente, el documento destaca que el ajuste fiscal inicial permitió una primera etapa de desinflación, pero advierte que el desafío actual es “empalmar la estabilidad con el crecimiento”. Para eso, propone atraer inversión extranjera directa, modernizar el sistema tributario y laboral, y promover sectores estratégicos como la energía, la minería, la agroindustria y la economía del conocimiento.
En resumen, el IERAL plantea que el futuro económico del país dependerá de su capacidad para consolidar un esquema bimonetario estable, recuperar la confianza de los mercados y dejar atrás la dependencia del gasto público como motor del crecimiento.
