El Ministerio de Seguridad de Tucumán habilitó nuevamente la Unidad Penitenciaria N° 4, ubicada en Banda del Río Salí, que anteriormente alojaba a mujeres y que ahora funcionará como establecimiento destinado a personas privadas de su libertad mayores de 65 años. En esta primera etapa, fueron trasladados los primeros 10 internos de un total de 60 que convivirán en el lugar, en el marco de un operativo especial de seguridad.
El ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, encabezó una inspección del edificio junto al subsecretario de Asuntos Penitenciarios, Sebastián Tula Rizo; el director y subdirector del Servicio Penitenciario de Tucumán, Antonio Quinteros y Diego Leal; el director de la unidad, subcomisario Pablo Viscido, y otros funcionarios de la cartera.
Agüero Gamboa destacó que la reapertura de la unidad forma parte de una política de reorganización del sistema penitenciario provincial: “Hoy se pone en marcha la reutilización de esta Unidad que antes fue un lugar de alojamiento para mujeres; hoy será para personas adultas mayores de 65 años. El edificio fue reformado, reestructurado y reacondicionado especialmente para ellos, y los traslados se realizarán de manera gradual”, explicó.
Por su parte, el subsecretario Tula Rizo detalló que el espacio cuenta con tres pabellones reacondicionados, con capacidad para 20 personas cada uno, y que se trabajó en conjunto con los ministerios de Salud y Desarrollo Social para garantizar atención médica y acompañamiento social. “En esta primera etapa se trasladará a diez internos y continuaremos de la misma forma en los próximos días. Este nuevo espacio está pensado para brindar un tratamiento adecuado a las necesidades de las personas mayores”, señaló.
El funcionario subrayó además que el régimen penitenciario se mantendrá cerrado y estricto, aunque con consideraciones específicas para la edad y patologías de los internos. “No podrán recibir comida, bebidas ni cigarrillos desde el exterior, pero se mantendrá un tratamiento acorde a su situación, con controles y acompañamiento permanente”, indicó.
En las instalaciones también se acondicionaron espacios de recreación, un comedor y un área de estudio. “Trabajamos en el tratamiento de la persona privada de la libertad, buscando dotarla de herramientas para su reinserción social y reducir la reincidencia”, expresó Tula Rizo.
Finalmente, el director del Servicio Penitenciario, Antonio Quinteros, remarcó que el nuevo centro “tendrá capacidad para 60 internos, con posibilidad de ampliación según las reformas que se realicen. Esto refleja el compromiso del gobernador y del ministro de Seguridad con las personas privadas de su libertad, especialmente aquellas de avanzada edad, para quienes el tratamiento humano y especializado es fundamental”.
